
Llamada de emergencia! El perro de la familia está mostrando conductas inadecuadas con la niña de 6 años!
Este tipo de casos es delicado, puesto que la agresión de un perro no es para ignorar y menos aún cuando se produce a un niño. El caso nos llegó de la mano de una de nuestras clínicas veterinarias amigas, dado que Scooby es paciente.
En el caso de Scooby tenía en su contra su gran tamaño y por ello el riesgo de mayores lesiones si el problema persistía y se agravaba, pero a su favor que su familia le quiere con locura y quería solucionar el problema a toda costa manteniéndole en la familia.
Tras la visita de valoración y diagnóstico, detectamos rápidamente el problema. Lo que estaba ocurriendo es que Scooby estaba sufriendo mucho estrés por el tipo de relación y trato que la pequeña tiene con él, se estaban rebasando los límites de Scooby y él estaba dando avisos que habían sido ignorados por la pequeña.
En un mes, pasamos de un Scooby que evitaba a la niña a un Scooby que la buscaba. Simplemente trabajamos tanto la acumulación de estrés de Scooby como la forma de relacionarse de la pequeña con el perro. Y siempre a través del juego tanto para uno como para otro. La niña aprendió a respetar a Scooby en sus momentos de descanso, a interpretar su lenguaje corporal y Scooby aprendió a retirarse a su sitio en el momento en que no quiere seguir relacionándose con la pequeña. Y ambos se entienden ahora de maravilla!
Al finalizar las sesiones de trabajo, la familia al completo se fue de vacaciones a un camping donde disfrutaron como lo que son, una familia bien avenida.
Es uno de los casos que más nos satisfizo resolver puesto que cuando surgen problemas entre perros y niños, lamentablemente los perros suelen sufrir el rechazo y el abandono por parte de la familia.
Scooby es un perro afortunado por tener la familia que tiene.