
El caso de Mora es un caso relativamente sencillo pero que requería un poco de paciencia y saber hacer.
Cachorreta cruce de Border Collie a la que han tenido que operar de una rodilla y debe guardar reposo en el postoperatorio. Realmente complicado es tener a un perro adulto quieto, con que a una jovenzuela de 6 meses parece misión imposible.
Y así le parecía a Cris, su mami. Los primeros días no iba del todo mal la cosa. Aplicando terapia de madriguera, la cosa parecía controlada. Pero claro, Mora va acumulando energía día tras día y ya es complicado que se quede quietecita en casa. De la calle no hablamos, porque completamente prohibido saltar, jugar correr y todo lo que tiene que ver con pasárselo bien con otros perretes.
Así que la cosa se iba complicando. Y el tiempo para dedicarle a Mora en casa cuando se está trabajando es también complicado. Y cada vez más estrés y energía acumulada no resuelta.
Así que Cris nos llamó y nos explicó la situación. Recuerdo que nos decía: “Es que no puedo con ella, no logro que se calme, que juegue sin hacer el bruto, y es que se va a volver a hacer daño, no quiero que se quede cojita!”.
La terapia con Mora fue sencilla: aplicar una camiseta Anxiety Wrap y ejercicios y espacios de calma con ella. Aderezado todo con una buena dosis de juegos de olfato y un fin de semana con nuestros perretes Hook y Chispa que le recordaron algunos modales caninos que había perdido por no poder relacionarse con otros perretes durante unos meses.
Pues nada, un fin de semana con DogSchool y unas pautas de mantenimiento y Mora volvió a la normalidad. Y su mami Cris encantada. Ella siempre cree que hacemos magia, pero nuestro secreto es que sabemos comunicarnos con los perros en su propio lenguaje, shhhhh, no se lo digas a nadie 😉