
Frida y Emily son dos perritas pequeñitas, mestizas y mayores con un presente y futuro de felicidad pero con un pasado muy triste a sus espaldas.
Frida y Emily fueron rescatadas de un caso de Síndrome de Noé por APAMaG, entidad de protección animal que las cuidó y curó hasta que llegaron a la vida de Vanessa, su adoptante. Pero no fue todo tan fácil y tan rápido.
La primera en llegar a casa de Vanessa fue Frida, que fue adoptada tras ver sus fotos y conocerla. Vanessa se enamoró de ella y Frida de Vanessa. A los pocos días, llegó Emily, con una acogida temporal. Tras un par de días con Vanessa, decidió que quería adoptarla también. Pero había un gran problema. Frida y Emily aunque habían compartido media vida juntas, no lo habían hecho en las condiciones adecuadas y tenían una lucha constante por todo y a todas horas. Las dos perritas tenían un problema entre ellas de agresión por los recursos. Cualquier cosa era motivo de conflicto: la comida, el agua, los juguetes, el sofá…y sobre todo el cariño y las caricias de Vanessa.
APAMaG se puso en contacto con nosotros y nos explicó la situación: si Emily y Frida no conseguían llevarse bien, Vanessa no podría adoptar a Emily con todo el dolor de su corazón.
Así que en DogSchool nos pusimos en marcha y tras hablar con Vanessa y analizar detenidamente el problema, elaboramos las pautas a seguir en casa con las dos perritas.
Tras un par de semanas de trabajo, Vanessa comenzó a ver los resultados: Frida y Emily ya no peleaban tanto y se toleraban más en las situaciones de mimos y caricias con Vanessa. Estaban respondiendo muy bien a la terapia y Vanessa no se lo pensó más. A día de hoy, las dos perritas se llevan muy bien, conviven juntas sin problema en compartir las cosas.
Siempre nos da mucha satisfacción ayudar a que perros y personas superen sus barreras de comunicación y problemas de convivencia, pero si además con ello ayudamos a que un perro, aunque sólo fuera uno, encuentre un hogar definitivo, sólo por eso, ya ha merecido la pena nuestra labor.